miércoles, 2 de enero de 2013

Historias del Camino


 
 
LADRONES EN EL CAMINO
 
En el Camino de Santiago, desde el comienzo mismo de la peregrinación se dan las circunstancias más favorables para el desarrollo de la picaresca en sentido amplio y una doble faz: la de los que pasan como romeros y la de los que acechan su tránsito.
El Fuero Real hacía distinción entre los que robaban en el camino o fuera de él: al ladrón del camino la pena era la de muerte.
La Iglesia también endurecía sus penas a los ladrones del camino así en carta del año 1059 por el Papa Nicolás II, a los obispos de Galicia, Aquitania y Vasconia, para que excomulgasen a los ladrones que roben o hagan daño a los peregrinos, siendo refrendado en el Concilio de Letrán en 1123; como ejemplo el que aparece en el Libro de los Fueros de Castilla, en el cual se dice o comenta como ejemplo el ahorcamiento de Pedro; hijo del alcalde Johan el Grande, por robar el equipaje de unos alemanes peregrinos a Santiago.
Uno de los motivos por lo que padecían robos los peregrinos, era por ser portadores de limosnas que llevaban a Santiago como óbolo de ellos mismos, o por encargo de otras instituciones provenientes de testamentos.
Debido a todo esto había lugares donde se agrupaban para evitar precisamente los robos, como por ejemplo: Aguisgran, San Martín de Tours; Paris, La Magdalena de Vézelay, Notre Dame de Puy, Cluny o Sainte Trophime de Arles.
Una de las consecuencias son la fundación de hospitales en los sitios inhóspitos y abruptos para su ayuda, ejemplo: El Conde Adalard de Flandes, al regreso de su peregrinación (finales siglo XI) es asaltado por los ladrones en la montaña de Anbrac (Departamento de Auverón entre le Puy y Conques), debido a esto funda la Domerie, la cual será protegida por papas, reyes y nobles, y pasa a ser el Gran Hospital de Aubrac y en ella se oía cada noche la campana para orientación y guía de peregrinos perdidos en la noche.
Otros montes que eran feudo de los ladrones o bandidos son los Montes de Oca, y debido a ello San Juan Ortega fundó el monasterio, así como el albergue y hospital, con objeto de evitar que ocurrieran dichos robos se limpió el monte, se hicieron caminos, al mismo tiempo aparecieron los frailes o curas para que atendieran a los peregrinos.
También hubo otros lugares que ocurría lo mismo: Valdeladrones, Valle de los Ladrones, Monte Yrago, entre Valvanera y San Millán, en el vallecillo que se conoce como "Umbría de Fuente Ladrones".
El Rey Teobaldo II de Navarra fundó en 1269 entre Roncesvalles y Vizcarret el pueblo de El Espinal para evitar en esos páramos despoblados fuesen tan propicios para robar.
Nadie era libre de sufrir robos así lo cuenta el Papa Calixto II en el tercer párrafo de la carta que sirve de presentación al Códice que lleva su nombre, relata los avatares del Codex y como este es lo único que le quedó cuando lo asaltaron despojándole de todas sus pertenencias, estos mismos bandidos fueron los que se ensañaron en el trayecto Sahagún/ Burgos año 1117 aproximadamente.

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