jueves, 31 de diciembre de 2009

Año Santo

El Año Jacobeo comienza en unas horas con la apertura de la Puerta Santa de la Catedral de Santiago

Santiago.- Faltan sólo unas horas y la diócesis de Compostela se prepara para celebrar el inicio del Año Jubilar 2010 con la apertura por la tarde de la Puerta Santa de la Catedral de Santiago a cargo del arzobispo Julián Barrio.
El acto de apertura, que tendrá lugar a las 16.30 horas, estará acompañado por el repique de las más de 1.000 campanas de la ciudad, a las que monseñor Barrio ha pedido que acompañen con su sonido el acto de inicio del último Xacobeo en los próximos 11 años.
En un acto civil que se iniciará a las 15.45 horas, actuará como delegado regio el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que se encargará de pasar revista a las tropas antes del inicio del acto religioso.
Tras una procesión hasta la plaza de la Quintana y después de leer el mensaje que el papa Benedicto XVI envía con motivo del Año Santo, por primera vez en este rito se alterará el orden de los actos y se abrirá la Puerta Santa antes de la celebración de la Misa en la Catedral, que tendrá lugar a continuación.
La Puerta Santa de la Catedral compostelana, donada por la Cámara de Comercio de la ciudad e inaugurada en el Año Santo 2004, está realizada por el escultor gallego Suso León. En la puerta, fundida en bronce, se muestra la figura de Jesús, peregrinos y escenas de la vida del Apóstol Santiago.
Tras este acto de apertura, el Nuncio de Su Santidad en España presidirá la primera Eucaristía solemne del Año Santo en la Catedral de Santiago, que tendrá lugar el día 1 a las 12.00 horas. El día 2, a las 13.00 horas, tendrá lugar además la inauguración de la avenida Juan Pablo II, entre el Camino Francés y la Avenida de Asturias.
La apertura de la Puerta Santa es uno de los rito más llamativos del Año Santo compostelano. Este vano está abierto en el ábside de la basílica y también se conoce como la Puerta del Perdón.
Los peregrinos que alcancen la meta compostelana en 2010 tienen esta entrada como objetivo, ya que al franquear el arco, los pecados quedan perdonados y el peregrino entra a una vida nueva.
Los operarios se afanan en colocar la trama de piedra que mañana será derribada con tres golpes de martillo en el rito simbólico que se realiza cada 31 de diciembre víspera de Año santo. El arzobispo de la diócesis, monseñor Julián Barrio, oficia la ceremonia derribando un falso muro con un martillo de plata.

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