Se inicia el Año Jubilar con la apertura de la Puerta Santa
Por A. da Paz y Orietta Prendin
Por A. da Paz y Orietta Prendin
Santiago.- El Año Santo compostelano ha arrancado con la apertura de la Puerta Santa de la Catedral de Santiago, cuando el arzobispo Julián Barrio ha cumplido con el secular rito de golpear tres veces con un mazo de plata para derribarlo el muro de piedra colocado para la ocasión.
Sólo durante el Año Santo los peregrinos pueden entrar a la catedral por este acceso. Después deberán esperar a 2021.
La ceremonia ha comenzado con un acto en la Plaza del Obradoiro, presidido por el delegado regio y presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que se ha empapado con la lluvia mientras revistaba a los soldados y escuchaba el Himno Nacional. Le acompañaba, entre otros, el ministro de Fomento, José Blanco.
La comitiva ha cruzado después la Catedral para salir por la puerta de las Platerías y dar comienzo a la parte religiosa del acto, en el que el Nuncio papal, Renzo Fratini, ha leído un mensaje de Benedicto XVI en el que se aludía al sepulcro del Apóstol como lugar donde "acuden gentes de las más diversas regiones de Europa para renovar y fortalecer su fe".
El Papa ha considerado en su mensaje que con el Año Santo se abre un tiempo especial "de gracia y perdón", una oportunidad para que los creyentes recapaciten "sobre su genuina vocación a la santidad de la vida" y los que han dejado "marchitar" su fe la recuperen.
El Pontífice ha destacado la "particular" oportunidad que presenta el Año Jacobeo para que los creyentes "se impregnen de la Palabra de Dios, que ilumina e interpela, y reconozcan a Cristo, que sale a su encuentro, les acompaña en las vicisitudes de su caminar por el mundo y se entrega a ellos personalmente, sobre todo en la eucaristía".
Sobre el Camino de Santiago, el Papa ha opinado que con el "mero recorrido material" de este trayecto no se logra "la meta", que es "convertirse en testigo ante los demás de que Cristo vive y es la esperanza imperecedera de salvación". El Papa ha dicho que el Camino de Santiago hay que recorrerlo en su "dimensión espiritual", ya que la meta debe ser el encuentro con Dios, "aunque en ciertos casos se tiende a ignorarlo o a desnaturalizarlo".
Asimismo, Benedicto XVI elogió el lema del Año Santo, 'Peregrinando hacia la luz', así como la carta pastoral para esta ocasión, 'Peregrinos de la fe y testigos de Cristo resucitado', que, a su juicio, "siguen fielmente esta tradición y la proponen como una llamada evangelizadora a los hombres y mujeres de hoy, recordando el carácter esencialmente peregrino de la Iglesia y del ser cristiano en este mundo".
Por último, expresó su "especial cercanía" a los peregrinos que llegan y seguirán llegando a Santiago, a los que invita a hacer acopio de "experiencias de fe, caridad y fraternidad que encuentren en su andadura", y a que vivan el Camino "dejándose interpelar por la llamada que el Señor".
Tras el mensaje, el arzobispo Barrio, se ha acercado con el mazo de plata a la Puerta Santa. Tras el muro de piedra, varios operarios tenían todo a punto para asegurarse de que los leves toques tirarían abajo la inestable pared. Con la caída de las piedras, llegaron los flashes de los fotógrafos que esperaban el momento desde el interior de una catedral llena de gente.
Con ramos de laurel se ha limpiado la puerta antes de que la comitiva entrase en el templo. Alberto Núñez Feijóo se ha parado para recoger un par de piedras de la Puerta Santa, gesto imitado por otros muchos presentes. Mientras se iniciaba la homilía, mucha gente intentaba ya comenzar el año cumpliendo con la tradición de cruzar la Puerta del Perdón. Estaban presentes en los actos varios miles de fieles, muchos de ellos peregrinos, tanto españoles como de otras nacionalidades.
En la homilía, Barrio ha dicho que la celebración del Año Santo es "un signo de esperanza en la sociedad actual" que, según apuntó, "invita a despertar la religiosidad para reconocer los dones de Dios". El prelado calificó el Año Santo 2010 de "faro de luz y fuente de gracia para el hombre actual", que se encuentra "sumergido en una profunda crisis moral, cultural y social".
El Año Santo se celebra cada vez que el 25 de julio, fecha en la que se celebra la festividad de Santiago, coincide en domingo, como ocurrirá en 2010 y no volverá a suceder hasta 2021. Coincidiendo con esta celebración religiosa, la Xunta de Galicia, entre otras instituciones, programa numerosas actividades culturales bajo el epígrafe "Xacobeo".
Sólo durante el Año Santo los peregrinos pueden entrar a la catedral por este acceso. Después deberán esperar a 2021.
La ceremonia ha comenzado con un acto en la Plaza del Obradoiro, presidido por el delegado regio y presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que se ha empapado con la lluvia mientras revistaba a los soldados y escuchaba el Himno Nacional. Le acompañaba, entre otros, el ministro de Fomento, José Blanco.
La comitiva ha cruzado después la Catedral para salir por la puerta de las Platerías y dar comienzo a la parte religiosa del acto, en el que el Nuncio papal, Renzo Fratini, ha leído un mensaje de Benedicto XVI en el que se aludía al sepulcro del Apóstol como lugar donde "acuden gentes de las más diversas regiones de Europa para renovar y fortalecer su fe".
El Papa ha considerado en su mensaje que con el Año Santo se abre un tiempo especial "de gracia y perdón", una oportunidad para que los creyentes recapaciten "sobre su genuina vocación a la santidad de la vida" y los que han dejado "marchitar" su fe la recuperen.
El Pontífice ha destacado la "particular" oportunidad que presenta el Año Jacobeo para que los creyentes "se impregnen de la Palabra de Dios, que ilumina e interpela, y reconozcan a Cristo, que sale a su encuentro, les acompaña en las vicisitudes de su caminar por el mundo y se entrega a ellos personalmente, sobre todo en la eucaristía".
Sobre el Camino de Santiago, el Papa ha opinado que con el "mero recorrido material" de este trayecto no se logra "la meta", que es "convertirse en testigo ante los demás de que Cristo vive y es la esperanza imperecedera de salvación". El Papa ha dicho que el Camino de Santiago hay que recorrerlo en su "dimensión espiritual", ya que la meta debe ser el encuentro con Dios, "aunque en ciertos casos se tiende a ignorarlo o a desnaturalizarlo".
Asimismo, Benedicto XVI elogió el lema del Año Santo, 'Peregrinando hacia la luz', así como la carta pastoral para esta ocasión, 'Peregrinos de la fe y testigos de Cristo resucitado', que, a su juicio, "siguen fielmente esta tradición y la proponen como una llamada evangelizadora a los hombres y mujeres de hoy, recordando el carácter esencialmente peregrino de la Iglesia y del ser cristiano en este mundo".
Por último, expresó su "especial cercanía" a los peregrinos que llegan y seguirán llegando a Santiago, a los que invita a hacer acopio de "experiencias de fe, caridad y fraternidad que encuentren en su andadura", y a que vivan el Camino "dejándose interpelar por la llamada que el Señor".
Tras el mensaje, el arzobispo Barrio, se ha acercado con el mazo de plata a la Puerta Santa. Tras el muro de piedra, varios operarios tenían todo a punto para asegurarse de que los leves toques tirarían abajo la inestable pared. Con la caída de las piedras, llegaron los flashes de los fotógrafos que esperaban el momento desde el interior de una catedral llena de gente.
Con ramos de laurel se ha limpiado la puerta antes de que la comitiva entrase en el templo. Alberto Núñez Feijóo se ha parado para recoger un par de piedras de la Puerta Santa, gesto imitado por otros muchos presentes. Mientras se iniciaba la homilía, mucha gente intentaba ya comenzar el año cumpliendo con la tradición de cruzar la Puerta del Perdón. Estaban presentes en los actos varios miles de fieles, muchos de ellos peregrinos, tanto españoles como de otras nacionalidades.
En la homilía, Barrio ha dicho que la celebración del Año Santo es "un signo de esperanza en la sociedad actual" que, según apuntó, "invita a despertar la religiosidad para reconocer los dones de Dios". El prelado calificó el Año Santo 2010 de "faro de luz y fuente de gracia para el hombre actual", que se encuentra "sumergido en una profunda crisis moral, cultural y social".
El Año Santo se celebra cada vez que el 25 de julio, fecha en la que se celebra la festividad de Santiago, coincide en domingo, como ocurrirá en 2010 y no volverá a suceder hasta 2021. Coincidiendo con esta celebración religiosa, la Xunta de Galicia, entre otras instituciones, programa numerosas actividades culturales bajo el epígrafe "Xacobeo".
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