UNA COMEDIA ROMÁNTICA AMBIENTADA EN EL CAMINO
El Correo
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Madrid.- Malena Alterio y Fernando Tejero se han vuelto a reunir para rodar una comedia romántica sobre las parejas en crisis ambientada en la peregrinación jacobea, que lleva por título “Al final del Camino”, y de la que es director Roberto Santiago
(El Penalty Más Largo del Mundo, el Club de los Suicidas).
En la cinta, recién presentada, Malena y Fernando encarna a una periodista y un fotógrafo que se hacen pasar por pareja para realizar un reportaje. Solamente hay un problema: que no se soportan
Los protagonistas simulan ser una pareja para hacer un reportaje sobre un "gurú" que resuelve crisis de pareja en el Camino de Santiago. "Lo primero que me llamó la atención de la idea que me propusieron es que el Camino de Santiago prácticamente no aparece en el cine español, cuando tiene todos los atractivos posibles para un cineasta, desde el punto de vista visual, por sus paisajes, y desde el punto de vista narrativo y dramático, porque lo que siempre quieres en una película es que los personajes recorran un camino que les lleve a cambiar por dentro", ha explicado el director.
Fue así como se decidió a rodar su cuarto largometraje, que define como "una comedia muy optimista". "Tenía ganas de hacer una película de esas que, al acabar, sales pensando: 'Merece la pena enamorarse, merece la pena hacer el Camino de Santiago, merece la pena ir al cine y merece la pena vivir'". Escribió el papel protagonista para quien parece ser su actor "fetiche", Fernando Tejero, que, en su opinión, hace como nadie de antihéroe, como es el caso de este fotógrafo que a lo largo del Camino de Santiago acaba enamorándose de Pilar, la periodista que interpreta Malena Alterio y que también termina enamorándose del compañero al que odiaba. Ambos han trabajado juntos en varias ocasiones, y el hecho de que hayan sido también pareja en la popular serie de televisión "Aquí no hay quien viva" hacía intuir ciertos riesgos que, finalmente, el director decidió correr. "Yo firmaría ahora mismo un contrato para trabajar toda la vida con Malena", comentaba Fernando Tejero en la presentación de "Al final del camino". El rodaje de la película se hizo en la parte gallega del Camino de Santiago y el equipo durmió en los albergues de este famoso itinerario espiritual y contó con auténticos peregrinos como figurantes. "Ha sido duro, pero divertido", comentaba Malena Alterio. No obstante "el alma de la película no es el Camino, el Camino es el escenario, pero el alma son los actores, los personajes", apuntaba el director, quien señaló que contar con Diego Peretti en el papel del gurú del tratamiento de parejas en crisis ha sido "un regalo". Como "devorador" de comedias, a Roberto Santiago le gusta hacerlas porque a través de este género "se pueden contar todas las historias importantes" y en este caso hacer "un canto al amor" y a que "siempre hay una manera peculiar de entenderse". El director espera ahora que la película guste a los espectadores y se sume "a la primavera del cine español que estamos viviendo". "La única receta es hacer la película en la que uno cree" y "ser más abiertos" porque el cine "es un arte, pero también un producto comercial", dijo que el director, que ha prometido hacer el Camino de Santiago con otros miembros del equipo si su nuevo largometraje tiene éxito. Fernando Tejero ha prometido hacer el Camino junto al director si la película va bien.
La comedia romántica que se desarrolla en el Camino de Santiago es además de un viaje físico de los personajes, uno e interior. «El Camino tiene numerosos atractivos visuales, pero el alma de la película son los personajes, unas parejas que están en crisis. Estar solo es difícil, pero aún lo es más compartir la vida con alguien. Y lo que planteamos en el filme es una vía intermedia entre las que acaban mal y las que se separan», defiende Santiago.
El cineasta ha olvidado lo duro que fue el rodaje -mucha lluvia, numerosas localizaciones y frío- y se ha quedado con lo positivo: la buena convivencia del equipo, la comida y la implicación de los habitantes de los pueblos gallegos por los que pasaron. «Es una comedia optimista que refleja mi estado de ánimo.
(El Penalty Más Largo del Mundo, el Club de los Suicidas).
En la cinta, recién presentada, Malena y Fernando encarna a una periodista y un fotógrafo que se hacen pasar por pareja para realizar un reportaje. Solamente hay un problema: que no se soportan
Los protagonistas simulan ser una pareja para hacer un reportaje sobre un "gurú" que resuelve crisis de pareja en el Camino de Santiago. "Lo primero que me llamó la atención de la idea que me propusieron es que el Camino de Santiago prácticamente no aparece en el cine español, cuando tiene todos los atractivos posibles para un cineasta, desde el punto de vista visual, por sus paisajes, y desde el punto de vista narrativo y dramático, porque lo que siempre quieres en una película es que los personajes recorran un camino que les lleve a cambiar por dentro", ha explicado el director.
Fue así como se decidió a rodar su cuarto largometraje, que define como "una comedia muy optimista". "Tenía ganas de hacer una película de esas que, al acabar, sales pensando: 'Merece la pena enamorarse, merece la pena hacer el Camino de Santiago, merece la pena ir al cine y merece la pena vivir'". Escribió el papel protagonista para quien parece ser su actor "fetiche", Fernando Tejero, que, en su opinión, hace como nadie de antihéroe, como es el caso de este fotógrafo que a lo largo del Camino de Santiago acaba enamorándose de Pilar, la periodista que interpreta Malena Alterio y que también termina enamorándose del compañero al que odiaba. Ambos han trabajado juntos en varias ocasiones, y el hecho de que hayan sido también pareja en la popular serie de televisión "Aquí no hay quien viva" hacía intuir ciertos riesgos que, finalmente, el director decidió correr. "Yo firmaría ahora mismo un contrato para trabajar toda la vida con Malena", comentaba Fernando Tejero en la presentación de "Al final del camino". El rodaje de la película se hizo en la parte gallega del Camino de Santiago y el equipo durmió en los albergues de este famoso itinerario espiritual y contó con auténticos peregrinos como figurantes. "Ha sido duro, pero divertido", comentaba Malena Alterio. No obstante "el alma de la película no es el Camino, el Camino es el escenario, pero el alma son los actores, los personajes", apuntaba el director, quien señaló que contar con Diego Peretti en el papel del gurú del tratamiento de parejas en crisis ha sido "un regalo". Como "devorador" de comedias, a Roberto Santiago le gusta hacerlas porque a través de este género "se pueden contar todas las historias importantes" y en este caso hacer "un canto al amor" y a que "siempre hay una manera peculiar de entenderse". El director espera ahora que la película guste a los espectadores y se sume "a la primavera del cine español que estamos viviendo". "La única receta es hacer la película en la que uno cree" y "ser más abiertos" porque el cine "es un arte, pero también un producto comercial", dijo que el director, que ha prometido hacer el Camino de Santiago con otros miembros del equipo si su nuevo largometraje tiene éxito. Fernando Tejero ha prometido hacer el Camino junto al director si la película va bien.
La comedia romántica que se desarrolla en el Camino de Santiago es además de un viaje físico de los personajes, uno e interior. «El Camino tiene numerosos atractivos visuales, pero el alma de la película son los personajes, unas parejas que están en crisis. Estar solo es difícil, pero aún lo es más compartir la vida con alguien. Y lo que planteamos en el filme es una vía intermedia entre las que acaban mal y las que se separan», defiende Santiago.
El cineasta ha olvidado lo duro que fue el rodaje -mucha lluvia, numerosas localizaciones y frío- y se ha quedado con lo positivo: la buena convivencia del equipo, la comida y la implicación de los habitantes de los pueblos gallegos por los que pasaron. «Es una comedia optimista que refleja mi estado de ánimo.
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