Una asociación inglesa mantiene abierto un albergue en Rabanal del Camino.
Por L. Jiménez
Rabanal.- En pleno siglo XXI es posible disfrutar de la tradición de la hospitalidad en el Camino de Santiago, una figura que se remonta a los primeros tiempos de la peregrinación, cuando no había ni albergues ni atención a los caminantes.Dos mil años después, las cosas han cambiado mucho. El Camino es un motor económico que genera miles de puestos de trabajo, y más el año que viene, cuando se celebre un nuevo Año Santo. Pero todavía hoy, desde Sahagún al alto de Cebreiro, hay personas que mantienen ese viejo espíritu del Camino, la razón de ser de dos milenios de historia viva.Roger es magistrado en el sur de Inglaterra. No sabe mucho español. Apenas unas palabras. Pocas pero suficientes para explicar qué le ha movido a pasar parte de sus vacaciones como hospitalero voluntario en Rabanal del Camino. Roger es hospitalero en el albergue de Gaucelmo que regenta la principal asociación jacobea británica, The Confraternity of Saint James.
¿Y qué hace un inglés en Rabanal del Camino? es la pregunta inevitable.“Es una experiencia que jamás se olvida”, contesta con flema británica.El albergue Gaucelmo está junto a la iglesia del pueblo, justo donde un pequeño monolito recuerda para siempre a Julián Campo, familiar de Juan Vicente Herrera, el presidente de la Junta, que falleció en el accidente ferroviario de Villada (Palencia) en agosto de 2006.‘Chelán’, como le conocían en Rabanal, era también hospitalero. Pero ésa es otra historia, para más adelante.La cofradía de San Jaime, en una traducción rápida, se fundó en 1983. Es una asociación “no confesional” que promovieron seis personas que, tras realizar el Camino de Santiago, decidieron mantener ese espíritu de confraternidad que encontraron a cada paso por la Ruta Jacobea.
“Casi 25 años después, tenemos aproximadamente 2.000 miembros, publicamos un diario trimestral y una serie de guías y rutas de peregrino, ofrecemos una librería y un servicio de investigación telefónico, controlamos una biblioteca, ofertamos becas a estudiantes y organizamos actos en el Reino Unido y visitas en el extranjero. Aunque sea mucho trabajo, casi todo es hecho por voluntarios, gente que, como los fundadores, quiere “devolver algo” en recompensa a una experiencia que ha enriquecido sus propias vidas”, comenta un portavoz de la Confraternity of Saint James.Roger es una de esas personas. La asociación cuenta con un grupo de voluntarios que se van turnando cada 15 días en la gestión del albergue Gaucelmo. Estos días, además de Roger se encuentra en Rabanal Julie. En su caso es profesora. Tampoco sabe mucho español. Lo suficiente para repetir también que es una experiencia única y que volverá.Este albergue de Rabanal del Camino abrió sus puertas en 1991, en la vieja casa parroquial del pueblo, en colaboración con una asociación berciana de amigos del Camino de Santiago. Entonces, según recuerdan sus promotores ingleses, no había apenas alojamientos apropiados para los peregrinos en los 54 kilómetros que separan Astorga de Ponferrada por el alto de Foncebadón.La cofradía administra el refugio y se encarga de la provisión de hospitaleros los meses que está abierto, desde finales de marzo a noviembre. Cada año pasan por sus instalaciones 8.000 peregrinos de media. El dinero para su gestión sale del bolsillo de sus socios y de las donaciones de los propios usuarios. Rabanal del Camino es un lugar que vive por y para el peregrino. A la entrada del pueblo se encuentra el albergue del Pilar. Aunque sea privado, el establecimiento no ha perdido el sentido hospitalario desde que se abrió hace ya 14 años. “Esto tiene que ser así. No es un negocio; es una manera de vivir. Nosotros convivimos a diario con nuestros peregrinos y eso es lo más importante”, dice Isabel, el alma mater del albergue.
Isabel ha vivido muchas experiencias. Porque detrás de cada peregrino hay un motivo más para hacer el Camino a Santiago. La que más le impactó, entre miles de historias, fue la de una japonesa muda. “Empezó a hablar en la iglesia de aquí, de Rabanal”, comenta Isabel.Historias de fe, y también muchos famosos que pasan totalmente desapercibidos. “Hace 15 días pasó por aquí Bisbal con un grupo de amigos en bicicleta. A otros, como a la hija de Bush, dicen que pasaron por aquí, pero yo no les vi”, comenta.El albergue de Isabel está situado en una típica casa maragata con un bonito patio interior. La actividad es estos días frenética mañana, tarde y noche.
“Desde que lo abrimos un 25 de mayo de 1996, por nuestra casa han pasado miles de peregrinos camino de la tumba del Apóstol Santiago. Nuestro objetivo ha sido siempre el mismo: que durante su estancia en Rabanal del Camino se sintieran como en su propia casa. Siempre hemos querido dar un trato familiar para que después de llegar a Santiago se llevasen un poco también de nuestro cariño”, explica Isabel. León es la provincia que más peregrinos elige para iniciar el Camino de Santiago. La capital leonesa es el punto de partida preferido. Le siguen Ponferrada y Astorga. Lejos ya queda Burgos.El año pasado, 125.141 peregrinos finalizaron el Camino de Santiago. Aunque León sea el lugar elegido para empezar la Ruta Jacobea, de donde más salieron fue de Sarria, en Lugo, por una sencilla razón. Y es que “la Compostela” se entrega si se certifican al menos 100 kilómetros a pie.
Pese a todo, la localidad francesa de Saint Jean Pied de Port, a los pies de los Pirineos, se mantiene como el lugar preferente para el inicio del Camino. El año pasado, 15.763 personas lo comenzaron en este punto que dista cerca de 800 kilómetros de la plaza del Obradoiro. Roncesvalles fue el segundo, con otras 9.172 personas.Que Rabanal es un pueblo de hospitaleros lo dice también el recuerdo a Julián Campo. Aunque al final de su vida fuera conocido más por ser primo de Juan Vicente Herrera, durante años ejerció de hospitalero en este pueblo maragato. Empresario burgalés del sector de la confección, abandonó todo para dedicar su vida a los más pobres. Fue en la década de los 90 cuando recorrió por primera vez el Camino de Santiago junto a un amigo.Desde ese momento dejó todo y viajó a Calcuta, en donde conoció a la madre Teresa e ingresó como voluntario en las Misioneras de la Caridad para ayudar a los niños y tuberculosos en esa ciudad.Campo repartía los años entre la India y España. Aquí era muy conocido en el Camino de Santiago, en el que estuvo como hospitalero en varios albergues. Solía pasar el verano entre el albergue de los monjes de Rabanal del Camino (León) y Castrojeriz (Burgos), donde era conocido y recordado por el famoso “bien y tú” con el que recibía a todo el mundo. El albergue Gaucelmo está muy cerca de la escultura que recuerda a ‘Chelán’ como le conocían en Rabanal. Y es que aún quedan historias que es bueno recordar. Como ser hospitalero en el siglo XXI.
¿Y qué hace un inglés en Rabanal del Camino? es la pregunta inevitable.“Es una experiencia que jamás se olvida”, contesta con flema británica.El albergue Gaucelmo está junto a la iglesia del pueblo, justo donde un pequeño monolito recuerda para siempre a Julián Campo, familiar de Juan Vicente Herrera, el presidente de la Junta, que falleció en el accidente ferroviario de Villada (Palencia) en agosto de 2006.‘Chelán’, como le conocían en Rabanal, era también hospitalero. Pero ésa es otra historia, para más adelante.La cofradía de San Jaime, en una traducción rápida, se fundó en 1983. Es una asociación “no confesional” que promovieron seis personas que, tras realizar el Camino de Santiago, decidieron mantener ese espíritu de confraternidad que encontraron a cada paso por la Ruta Jacobea.
“Casi 25 años después, tenemos aproximadamente 2.000 miembros, publicamos un diario trimestral y una serie de guías y rutas de peregrino, ofrecemos una librería y un servicio de investigación telefónico, controlamos una biblioteca, ofertamos becas a estudiantes y organizamos actos en el Reino Unido y visitas en el extranjero. Aunque sea mucho trabajo, casi todo es hecho por voluntarios, gente que, como los fundadores, quiere “devolver algo” en recompensa a una experiencia que ha enriquecido sus propias vidas”, comenta un portavoz de la Confraternity of Saint James.Roger es una de esas personas. La asociación cuenta con un grupo de voluntarios que se van turnando cada 15 días en la gestión del albergue Gaucelmo. Estos días, además de Roger se encuentra en Rabanal Julie. En su caso es profesora. Tampoco sabe mucho español. Lo suficiente para repetir también que es una experiencia única y que volverá.Este albergue de Rabanal del Camino abrió sus puertas en 1991, en la vieja casa parroquial del pueblo, en colaboración con una asociación berciana de amigos del Camino de Santiago. Entonces, según recuerdan sus promotores ingleses, no había apenas alojamientos apropiados para los peregrinos en los 54 kilómetros que separan Astorga de Ponferrada por el alto de Foncebadón.La cofradía administra el refugio y se encarga de la provisión de hospitaleros los meses que está abierto, desde finales de marzo a noviembre. Cada año pasan por sus instalaciones 8.000 peregrinos de media. El dinero para su gestión sale del bolsillo de sus socios y de las donaciones de los propios usuarios. Rabanal del Camino es un lugar que vive por y para el peregrino. A la entrada del pueblo se encuentra el albergue del Pilar. Aunque sea privado, el establecimiento no ha perdido el sentido hospitalario desde que se abrió hace ya 14 años. “Esto tiene que ser así. No es un negocio; es una manera de vivir. Nosotros convivimos a diario con nuestros peregrinos y eso es lo más importante”, dice Isabel, el alma mater del albergue.
Isabel ha vivido muchas experiencias. Porque detrás de cada peregrino hay un motivo más para hacer el Camino a Santiago. La que más le impactó, entre miles de historias, fue la de una japonesa muda. “Empezó a hablar en la iglesia de aquí, de Rabanal”, comenta Isabel.Historias de fe, y también muchos famosos que pasan totalmente desapercibidos. “Hace 15 días pasó por aquí Bisbal con un grupo de amigos en bicicleta. A otros, como a la hija de Bush, dicen que pasaron por aquí, pero yo no les vi”, comenta.El albergue de Isabel está situado en una típica casa maragata con un bonito patio interior. La actividad es estos días frenética mañana, tarde y noche.
“Desde que lo abrimos un 25 de mayo de 1996, por nuestra casa han pasado miles de peregrinos camino de la tumba del Apóstol Santiago. Nuestro objetivo ha sido siempre el mismo: que durante su estancia en Rabanal del Camino se sintieran como en su propia casa. Siempre hemos querido dar un trato familiar para que después de llegar a Santiago se llevasen un poco también de nuestro cariño”, explica Isabel. León es la provincia que más peregrinos elige para iniciar el Camino de Santiago. La capital leonesa es el punto de partida preferido. Le siguen Ponferrada y Astorga. Lejos ya queda Burgos.El año pasado, 125.141 peregrinos finalizaron el Camino de Santiago. Aunque León sea el lugar elegido para empezar la Ruta Jacobea, de donde más salieron fue de Sarria, en Lugo, por una sencilla razón. Y es que “la Compostela” se entrega si se certifican al menos 100 kilómetros a pie.
Pese a todo, la localidad francesa de Saint Jean Pied de Port, a los pies de los Pirineos, se mantiene como el lugar preferente para el inicio del Camino. El año pasado, 15.763 personas lo comenzaron en este punto que dista cerca de 800 kilómetros de la plaza del Obradoiro. Roncesvalles fue el segundo, con otras 9.172 personas.Que Rabanal es un pueblo de hospitaleros lo dice también el recuerdo a Julián Campo. Aunque al final de su vida fuera conocido más por ser primo de Juan Vicente Herrera, durante años ejerció de hospitalero en este pueblo maragato. Empresario burgalés del sector de la confección, abandonó todo para dedicar su vida a los más pobres. Fue en la década de los 90 cuando recorrió por primera vez el Camino de Santiago junto a un amigo.Desde ese momento dejó todo y viajó a Calcuta, en donde conoció a la madre Teresa e ingresó como voluntario en las Misioneras de la Caridad para ayudar a los niños y tuberculosos en esa ciudad.Campo repartía los años entre la India y España. Aquí era muy conocido en el Camino de Santiago, en el que estuvo como hospitalero en varios albergues. Solía pasar el verano entre el albergue de los monjes de Rabanal del Camino (León) y Castrojeriz (Burgos), donde era conocido y recordado por el famoso “bien y tú” con el que recibía a todo el mundo. El albergue Gaucelmo está muy cerca de la escultura que recuerda a ‘Chelán’ como le conocían en Rabanal. Y es que aún quedan historias que es bueno recordar. Como ser hospitalero en el siglo XXI.
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