El Gobierno gallego en pleno en la misa del Apóstol, que dejó pequeña la catedral
Santiago.- El templo compostelano ha cerrado sus puertas antes de lo pensado, pues miles de personas que acudieron a ver la misa se quedaron en la entrada sin poder entrar debido al exceso de gente. Una misa celebrada por cincuenta sacerdotes y que finalizó con el tradicional 'vuelo' del Botafumeiro.
La Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago es una ceremonia que se inició en 1643 por Felipe IV y que, a lo largo de los años, reyes, jefes de Estado o personalidades de relevancia han querido mantener invocando al Patrón de las Españas los beneficios divinos para las tareas humanas.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoó, ha asistido a la Santa Misa, celebrada en la Catedral de Santiago, en honor al Apóstol Santiago para pedir "protección para la España democrática que nos une en un presente y en un futuro común". Pues ha expresado que España es "una nación también peregrina" que ha alternado "la grandeza con la decadencia, la estabilidad con el desasosiego y la concordia con el conflicto".
Feijoó pedía tomar conciencia del Camino de Santiago "un camino generoso y solidario" en el que "se tienden la mano personas que descubren que son algo tan elemental como hermanos llamados a construir juntos el mejor de los futuros" para así superar la desigualdad social a la que esta crisis nos ha llevado.
Por su parte, Julián Barrio, arzobispo de Compostela quiso mostrar su contradicción con la ampliación de los supuestos legales para el aborto y la eutanasia, afirmando que "es fundamental valorar la familia" y "respetar la vida desde su concepción hasta la muerte natural".
El Gobierno gallego asistió en pleno a la misa solemne de la festividad de Santiago, como el ministro de Fomento, José Blanco, la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo; el delegado del Gobierno, Antón Louro; el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo; los ex presidentes de la Xunta Xerardo Fernández Albor y Manuel Fraga, y los consejeros de la Xunta, entre otros.
La Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago es una ceremonia que se inició en 1643 por Felipe IV y que, a lo largo de los años, reyes, jefes de Estado o personalidades de relevancia han querido mantener invocando al Patrón de las Españas los beneficios divinos para las tareas humanas.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoó, ha asistido a la Santa Misa, celebrada en la Catedral de Santiago, en honor al Apóstol Santiago para pedir "protección para la España democrática que nos une en un presente y en un futuro común". Pues ha expresado que España es "una nación también peregrina" que ha alternado "la grandeza con la decadencia, la estabilidad con el desasosiego y la concordia con el conflicto".
Feijoó pedía tomar conciencia del Camino de Santiago "un camino generoso y solidario" en el que "se tienden la mano personas que descubren que son algo tan elemental como hermanos llamados a construir juntos el mejor de los futuros" para así superar la desigualdad social a la que esta crisis nos ha llevado.
Por su parte, Julián Barrio, arzobispo de Compostela quiso mostrar su contradicción con la ampliación de los supuestos legales para el aborto y la eutanasia, afirmando que "es fundamental valorar la familia" y "respetar la vida desde su concepción hasta la muerte natural".
El Gobierno gallego asistió en pleno a la misa solemne de la festividad de Santiago, como el ministro de Fomento, José Blanco, la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo; el delegado del Gobierno, Antón Louro; el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo; los ex presidentes de la Xunta Xerardo Fernández Albor y Manuel Fraga, y los consejeros de la Xunta, entre otros.
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