Una coreana budista peregrina por devoción a la Vírgen
Santiago.- Su gran devoción a la Virgen María ha sido una de las razones por las que Kim Tae Woo ha querido hacer el Camino de Santiago. Un motivo que no sería extraño si se tratase de una persona católica, pero este no es el caso, puesto que Kim Tae es coreana, y además practica la religión budista.
Sin embargo, sus creencias religiosas no le han impedido a esta mujer nacida hace 38 en Seúl, hacer realidad su sueño de peregrinar hasta Compostela.
Kim inició su aventura jacobea hace veintiséis días en Pamplona, junto a otras dos amigas coreanas. Las tres cogieron un avión desde Seúl a Madrid, y después se trasladaron a la ciudad de San Fermín para comenzar el Camino.
Esta mujer, que trabaja como traductora de coreano y japonés, cuenta que quiso vivir esta experiencia para meditar y mejorar su día a día. "No es que mi vida sea muy estresante, pero necesitaba hacer una pausa, para establecer mis prioridades".
Sorprendentemente, lo primero que hizo Kim al llegar a Santiago fue darle las gracias a la Virgen por haber podido finalizar la Ruta Jacobea. "Soy budista, pero le rezo todos los días a la Virgen María". Y por supuesto, en ese momento tan emocionante, tampoco faltaron las lágrimas. "Lloré muchísimo".
Pero no todo ha sido oración y meditación para Kim en su peregrinaje a Santiago. También ha habido tiempo para la diversión. "El Camino me ha encantado, porque he conocido a gente de lugares muy diferentes y también he probado comidas, que no conocía y que me han gustado muchísimo. He descubierto que en España y Galicia se cocina muy bien".
Sin embargo, sus creencias religiosas no le han impedido a esta mujer nacida hace 38 en Seúl, hacer realidad su sueño de peregrinar hasta Compostela.
Kim inició su aventura jacobea hace veintiséis días en Pamplona, junto a otras dos amigas coreanas. Las tres cogieron un avión desde Seúl a Madrid, y después se trasladaron a la ciudad de San Fermín para comenzar el Camino.
Esta mujer, que trabaja como traductora de coreano y japonés, cuenta que quiso vivir esta experiencia para meditar y mejorar su día a día. "No es que mi vida sea muy estresante, pero necesitaba hacer una pausa, para establecer mis prioridades".
Sorprendentemente, lo primero que hizo Kim al llegar a Santiago fue darle las gracias a la Virgen por haber podido finalizar la Ruta Jacobea. "Soy budista, pero le rezo todos los días a la Virgen María". Y por supuesto, en ese momento tan emocionante, tampoco faltaron las lágrimas. "Lloré muchísimo".
Pero no todo ha sido oración y meditación para Kim en su peregrinaje a Santiago. También ha habido tiempo para la diversión. "El Camino me ha encantado, porque he conocido a gente de lugares muy diferentes y también he probado comidas, que no conocía y que me han gustado muchísimo. He descubierto que en España y Galicia se cocina muy bien".
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