Una peregrina checa cree que el Camino “es ideal para analizar los errores y aciertos de tu vida"
Santiago.- Un lustro atrás, la checa Simona Barbora, de 37 años de edad, inició el Camino de Santiago en Lapie, Francia. Lo hizo en compañía de un grupo de amigos. Sin embargo en esa ocasión no pudo finalizarlo, porque la llamaron para trabajar y tuvo que volver a su Praga natal.
Pero Simona se prometió a sí misma, que regresaría al punto en el que se había quedado para terminar la Ruta Jacobea. Dicho y hecho, Simona llegaba recientemente a Compostela, tras retomar el Camino en Logroño. "He tardado tanto en volver a la Ruta p
orque hasta ahora no había tenido suficientes vacaciones para llegar a Santiago".
En esta ocasión, esta guía turística de profesión ha caminado completamente sola. Una experiencia de la que ha disfrutado muchísimo. "Cuando inicié la Ruta caminaba con mis amigos, estaba encantada de estar con ellos, porque son gente muy especial, y me gustaba descubrir con ellos el Camino. Pero ahora que lo he hecho sola, también me ha gustado mucho, porque un montón de peregrinos se me acercaban a hablar conmigo".
Simona ha aterrizado en Compostela totalmente enamorada de las pequeñas iglesias que se ha ido encontrando en su peregrinación. "Son lugares llenos de paz y religiosidad".
Algo muy importante para esta mujer católica, cuya voz se quiebra al recordar los momentos mágicos vividos durante sus largas caminatas. "Cuando necesitas meterte dentro de ti, para pensar y hacer una recapitulación de lo que ha sido tu vida, y analizar cuáles han sido tus errores y tus aciertos, la Ruta es el lugar perfecto. La naturaleza que te encuentras a tu paso y las pequeñas iglesias te ayudan a conseguirlo".
A pesar de la dureza de algunas etapas, especialmente en los días de lluvia, Simona nunca pensó en abandonar. "Cuando llovía se hacía muy duro caminar, pero yo intentaba sentirme bien y cambiar mi mente para pensar de manera positiva. Te dices a ti misma venga y tratas de olvidarte de la lluvia, el frío o el calor. En tu vida real tienes muchas opciones, pero en la Ruta tienes que seguir adelante, no hay otra alternativa".
Pero Simona se prometió a sí misma, que regresaría al punto en el que se había quedado para terminar la Ruta Jacobea. Dicho y hecho, Simona llegaba recientemente a Compostela, tras retomar el Camino en Logroño. "He tardado tanto en volver a la Ruta p
orque hasta ahora no había tenido suficientes vacaciones para llegar a Santiago".En esta ocasión, esta guía turística de profesión ha caminado completamente sola. Una experiencia de la que ha disfrutado muchísimo. "Cuando inicié la Ruta caminaba con mis amigos, estaba encantada de estar con ellos, porque son gente muy especial, y me gustaba descubrir con ellos el Camino. Pero ahora que lo he hecho sola, también me ha gustado mucho, porque un montón de peregrinos se me acercaban a hablar conmigo".
Simona ha aterrizado en Compostela totalmente enamorada de las pequeñas iglesias que se ha ido encontrando en su peregrinación. "Son lugares llenos de paz y religiosidad".
Algo muy importante para esta mujer católica, cuya voz se quiebra al recordar los momentos mágicos vividos durante sus largas caminatas. "Cuando necesitas meterte dentro de ti, para pensar y hacer una recapitulación de lo que ha sido tu vida, y analizar cuáles han sido tus errores y tus aciertos, la Ruta es el lugar perfecto. La naturaleza que te encuentras a tu paso y las pequeñas iglesias te ayudan a conseguirlo".
A pesar de la dureza de algunas etapas, especialmente en los días de lluvia, Simona nunca pensó en abandonar. "Cuando llovía se hacía muy duro caminar, pero yo intentaba sentirme bien y cambiar mi mente para pensar de manera positiva. Te dices a ti misma venga y tratas de olvidarte de la lluvia, el frío o el calor. En tu vida real tienes muchas opciones, pero en la Ruta tienes que seguir adelante, no hay otra alternativa".
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