miércoles, 12 de agosto de 2009

Albergues del Camino

Un albergue 'de lujo' en mitad del Camino

La Calzada.- Esperan apostados formando una larga cola frente al portón de madera. Ataviados con mochilas, bastones y botellas de agua van formando, poco a poco, un nutrido y heterogéneo grupo donde hay italianos, franceses y muchos españoles. El primer grupo de peregrinos que realizan el Camino de Santiago ya está dentro del albergue que gestiona la Cofradía del Santo de Santo Domingo de la Calzada. El que está afuera, espera cansado su turno. Claudio es un italiano sonriente que todavía no tiene muy claro dónde acaba y empieza La Rioja. Junto a un amigo ha comenzado su peregrinaje desde Pamplona y se detendrá en Burgos, aunque antes quiere hacer un alto, sellar y descansar en Santo Domingo. Ha hecho lo mismo en Logroño y Nájera, aunque sin tanta suerte. En el primero se encontró con un albergue saturado y en Nájera tuvo que dormir en una iglesia porque tampoco había sitio en el albergue. “El de Logroño estaba bastante lleno y en Nájera nos prepararon la parroquia para poder pasar la noche. Pasamos algo de calor hasta la una de la madrugada. Pero era un sitio tranquilo” asegura, sonriendo, el joven italiano.Pasadas las 11.30 de la mañana las puertas del Albergue de Peregrinos de Santo Domingo de la Calzada se abren para recibir al segundo grupo. Tres 'hospitaleros', voluntarios que colaboran con la Cofradía para organizar y alojar a los peregrinos, recogen las credenciales para sellarlas. Les muestran las instalaciones: las salas donde pueden dejar sus botas y bastones, los aseos y las habitaciones. El albergue antiguo de Santo Domingo es capaz de albergar 60 ó 65 personas, algo insuficiente a la vista de que son más de 100 los que buscan descanso en la ciudad del Santo. Por eso mismo y hace cuatro meses, comenzó a funcionar el nuevo albergue de peregrinos de Santo Domingo. Sufragados los gastos de construcción por el gobierno de La Rioja, es un edificio moderno y con capacidad para 160 personas que este verano está pasando su prueba de fuego. En total son casi 230 plazas las que ofrece la Cofradía del Santo, que es quien gestiona y administra los dos albergues, a los caminantes.El albergue antiguo conserva el encanto y la tradición centenarias de la Cofradía. La tarima de sus suelos y las robustas vigas de madera que sostienen sus techos otorgan a este edificio lleno de Historia. De hecho, en la planta de arriba del albergue está el Salón de las Doncellas, lugar donde se reunen los integrantes de la Cofradía y donde el día 11 se pone la mesa tradicional de las doncellas.El pasado mes de mayo comenzaba a funcionar el nuevo albergue de peregrinos de Santo Domingo de la Calzada. Un edificio que solucionaba los problemas de espacio ante la llegada masiva, sobre todo en verano, de peregrinos. No hay que olvidar que Santo Domingo es una ciudad importante en el Camino, no en vano su patrón fue santificado por su labor de ayuda y cuidados para caminantes y enfermos. Además de varias habitaciones que hacen un total de 160 camas, el nuevo albergue cuenta con una sala común, cocina, salón de internet, zona de lavandería, salón de exposiciones y enfermería. Cuatro hospitaleros, voluntarios que forma la Cofradía del Santo, organizan el alojamiento de los peregrinos, los reciben y asesoran. Para ayudarles en las tareas de organización varios miembros de la Cofradía pasan todos los días por los albergues. “Los hospitaleros reciben un curso para enseñar la peregrinación a Santiago, aquí se habla mucho del Santo” asegura Esther Vargas, priora de la Cofradía del Santo y 'alma mater' de los albergues.Esther ha estrenado su cargo casi de forma simultánea con la apertura del nuevo albergue y eso que una mujer al mando de una Cofradía tan antigua no es normal. “Cambiamos los estatutos de la Cofradía hace unos años para esto precisamente, para que las mujeres pudieran ser prioras, porque ya está bien de tanto machismo...” dice Esther.El albergue abre sus puertas a las 11.30 horas de la mañana, antes de lo que suelen hacerlo el resto de albergues. Y eso es una ventaja para los peregrinos. “Este abre antes y se agradece porque venimos cansados. Y está bastante bien.” dice una joven de Valencia. Con ella hay una pareja que ha comenzado su peregrinación a Santiago desde Roncesvalles. Son de Getafe. “Mi pareja ya lo había hecho desde Burgos y me habló muy bien de la experiencia y quisimos hacerlo entero” asegura ella. Los albergues prometen a los peregrinos un lugar donde descansar y agua caliente. Eso es lo mínimo. Pero el de Santo Domingo, además, tiene una habitación especialmente habilitada para minusválidos, capilla y dos cocinas. Todo ello es gratuito, aunque los peregrinos pueden hacer una aportación voluntaria. El albergue de Santo Domingo tiene como particularidad que está gestionada por la Cofradía, la misma que organiza las fiestas dedicadas al Santo y de ahí su vinculación religiosa y cultural con todos los actos de la ciudad. Unas 250 personas pasan al día por aquí. Algunas no se quedan a pernoctar sino que sellan y siguen caminando. La celebración del Año Jubilar por el noveno centenario de la muerte del Santo ha sido un atractivo para los peregrinos. “Se nota la incidencia del Año Jubilar” dice la priora de la Cofradía, “por aquí pasan el doble de personas que otros años, de hecho, el albergue de las monjas del Císter se llena y estamos hablando de 40 o 35 personas que se quedan allí todos los días”.Y es que Santo Domingo se ha convertido en un referente cultural este año. Además de la exposición La Rioja Tierra Abierta y la celebración de Los Milagros del Santo, la ciudad ha preparado una agenda cultural con animación de calle y espectáculos musicales que alegran el “cansado espíritu” de los peregrinos.La Cofradía da a la ciudad y la ciudad a a la Cofradía. Esther Vargas se emociona al recordar como todos los vecinos de Santo Domingo de la Calzada se han volcado en los albergues. Y si las fuerzas flaquean echan mano del Santo. “A veces nos asustamos porque tenemos mucha gente y no sabemos si vamos a llegar. Pero el Santo siempre hace un milagro y no pasa nada: abrimos los dos albergues o tiramos colchones al suelo. La gente del pueblo acude a ayudarnos, la gente de Santo Domingo está siempre con la Cofradía”.Este verano está siendo un reto para ellos, un reto que tendrá que completar el próximo año, Año Jacobeo, en el que se espera gran incidencia de peregrinos por ser un año especial en la tradición del Camino de Santiago de Compostela.“Antes sí teníamos el problema de saturación como los otros albergues. Pero ahora no. Necesitaremos más gente y más aportación económica y en invierno recortaremos gastos” dice Esther , “pero el Santo siempre hace milagros”.

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